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Somos un tanto como los girasoles: no nos agrada nada de nada desperdiciar ni un rayito de sol. Y menos ahora que al fin ha llegado la primavera a la urbe, y a los parques, y a los jardines, y a las terrazas… Toma nota, pues hemos localizado 5 sitios a los que el buen tiempo les sienta mejor que bien

Jardín histórico del Gran Meliá Palacio de los Duques

Tal vez ni tan siquiera te lo hayas planteado, mas este espléndido hotel oculta un jardín histórico en su interior digno de ser visitado. Es el patio del Gran Melia Palacio de los Duques, uno de los hoteles más recientes abiertos en la urbe, levantado en un palacio del siglo XIX. De entorno agradable y agradable, te va a ser bastante difícil elegir entre la oferta gastro de sus 3 restaurantes: 2 Cielos, de los televisivos hermanos Torres, Montmartre mil ochocientos ochenta y nueve, más muy elegante y afrancesado, o bien Coroa Lounge & Gardens Gallery, más informal, si se puede emplear este adjetivo para un hotelazo de estas peculiaridades.

Palacio de Cristal

Si bien está abierto a lo largo de todo el año, la primavera semeja la estación ideal para visitar este edificio de vidrio y hierro forjado que data de mil ochocientos ochenta y siete y que fue construido con ocasión de la Exposición de las Islas Filipinas. Hoy día es un espacio bello y lumínico donde contemplar arte, ubicado en la mitad del Retiro, al lado de un lago con patos, y rodeado de naturaleza y buen rollo. Es una de las sedes del Museo Reina Sofía, que exhibe acá de forma frecuente grandes instalaciones, estatuas o bien piezas concebidas particularmente para el Palacio de Cristal.

Cerro del Tío Pío

Este parque, conocido como el de las 7 Tetas por sus colinas, se halla en Puente de Vallecas y es de los mejores lugares de la urbe para contemplar atardecer. Semeja patraña que hace solo unos años fuera una escombrera; las ondulaciones del terreno nos lo recuerdan, si bien ya poco queda de aquello. Hacer un picnic, caminar en bicicleta o bien sencillamente sentarse a contemplar el atardecer es uno de esos placeres que merecen mucho la pena, más teniendo presente lo poco que cuestan.

Invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela

Este jardín es una sorpresa: más de siete mil metros cuadrados de plantas y flora levantado en lo que fue el viejo matadero municipal. Se edificó entre los años mil novecientos ocho y mil novecientos veintiocho por el arquitecto técnico Luis Bellido y González. Está restaurado al estilo de los invernaderos decimonónicos de la ciudad de Londres o bien Viena y en su interior acoge unas nueve mil especies de plantas, incluidos cactus y indisculpables, y hasta especies de peces. De verdad, visitarlo es un gustazo, especialmente cuando llega el buen tiempo.

La Terraza de Florida Retiro

La mítica sala de fiestas reabría sus puertas en dos mil dieciseis con una renovada oferta de ocio y gastronomía. A lo largo de las horas de sol, su terraza se transforma en uno de los espacios más cotizados, preparada bajo las bóvedas de los árboles del parque. Mas hay más, como un bar de tapas, un pequeño mercado con diferentes puestos y la sala de espectáculos, más propia cuando llega la noche. No dejéis de probar la cocina del chef Joaquín Felipe en el Pabellón, un restorán donde el respeto por el producto de cercanía y de temporada son las señas.